Corren los años 40 cuando Lucas Cárdenas Jiménez, empieza sacrificando sus primeros cerdos en la vía pública del domicilio, debido a su carácter inconformista y emprendedor tuvo implicación en otros negocios.
Y es el año 1960 cuando de nuevo comienza el sacrificio como “tablaero”, vendiendo en la plaza del pueblo, pasando luego a “chacinero menor” con una proporción de 40 ó 50 cerdos al año.
Unos diez años después, se incorpora al negocio familiar Lucas Cárdenas Rodríguez, junto a su mujer María Gómez Morón, y es aquí cuando comienzan a hacerse en el domicilio familiar las primeras instalaciones para el servicio.
En 1983 se hace la primera fábrica oficial y se llegan a matar 400 cerdos en campaña.
En la actualidad clientes y establecimientos demandan cada vez más nuestros productos, reconocidos por su buena materia prima, sus procesos de producción y su combinación de aires de rejuvenecimiento. Los Jamones y Embutidos Lucas empiezan a expandirse y a abrirse nuevas puertas en muchos puntos de España. Una expansión dirigida por unos padres que, con mucho mimo y dedicación, han sabido transmitir ese criterio de selección de cerdos ibéricos.
Son sus hijos los que recogen la mayor herencia consciente de que romper el límite marcado conlleva un plan de inversión, modernización y crecimiento en el equipo, infraestructuras e instalaciones.
Hoy, es la tercera generación Lucas la que comienza a incorporarse transitando por los pasillos de una historia familiar, muy orgullosos y que desean siempre llevar aún más lejos la esencia “Lucas”., Continúan el compromiso con la calidad y la garantía de unos productos a la altura de los paladares más exigentes.
Se conserva el encanto original y manual de sus persianas, así se conserva en todas las épocas del año las privilegiadas condiciones climatológicas.